La Iglesia de Santa María de Hito
La Iglesia de Santa María de Hito, conserva restos de su fábrica,
de origen románico (la espadaña, escalera de acceso y canecillos). Es esencial
para reconstruir la historia de un enclave donde se acumulan sucesivos
asentamientos de distinta cronología y funciones en un espacio reducido.
La necrópolis medieval es anterior a la fábrica de la
iglesia, con una cronología que abarcaría de los siglos VI al XII. Es posible
que esta necrópolis estuviera asociada a un lugar de culto. La tipología de las
tumbas es variada, integrada por tumbas de murete, de lajas y sarcófagos. Los
ajuares han manifestado la presencia de cerámicas medievales pintadas y
estriadas, anillos con la cruz y otros anagramas, y sobre todo una pieza
singular: la conocida hebilla de cinturón en hueso con motivos de faisanes e
influencia netamente oriental que se conserva en el Museo Regional de
Prehistoria y Arqueología de Cantabria. Es preciso señalar que esta necrópolis,
excavada sólo parcialmente, abarca un período especialmente importante para
entender la continuidad entre el mundo romano y la plena Edad Media.
La villa tardorromana. La fundación de esta explotación
rural se sitúa a finales del siglo III permaneciendo en uso hasta principios
del siglo V. El bloque principal de la excavación mide 56 por 24 metros, siendo
cortado por la carretera actual. Se identifican diversas estancias, como un
triclinio, termas, almacenes, habitaciones y cocina. Parte de las estancias
conservaban restos de decoración mural pintada. Destaca el hecho de que la
villa de Santa María de Hito sea de tipo nórdico, a diferencia del modelo más
frecuente de tipo mediterráneo.
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